Escrito por: Julio. Cesar Popoca CEO Focus Estrategia
No hay manera de hablar sobre innovación, sin antes mencionarles y afirmar que las Campañas tradicionales han muerto.
La cuarentena nos ha llevado al exilio total, a estar en medio de cuatro paredes, el tener que disfrutar de nuestros seres queridos. El volver a nuestros hogares nos ha enseñado que hoy solo necesitamos lo más básico en nuestras vidas.
Y los que realmente son indispensables por cuestiones laborales tiene que mantener en movimiento a nuestras ciudades.
Este cambio de rutinas, de actividades, nos hace reflexionar: ¿qué es lo que realmente están haciendo nuestros gobernantes, representantes sociales ante las cámaras, realmente son los mejores perfiles, las mejores personas las que han llegado al poder? Esos cuestionamientos nos hacemos la mayoría de las personas ahora en cuarentena.
Pero este aislamiento nos mantiene pegados al teléfono, tableta o computadora, recibiendo información, distrayéndonos, es importante que los políticos, los líderes y nuestros representantes dejen de comunicar de manera anticuada, si de por sí, cada vez que veíamos una publicación nos daba flojera leerla o de plano la rechazamos, hoy en esta crisis tienen que innovar.
Pero innovar no es cosa fácil, porque primero tendrían que dejar atrás lo que más les pesa a todos los políticos su EGO.
Entonces, ¿qué se necesita para innovar?
La primera pregunta que debemos de resolver es; ¿Para qué queremos innovar?, así de simple, sí para hacerlo tenemos que crear o modificar lo que estamos haciendo o comunicando, para innovar van a tener que ser diferentes, con tanta información que circula hoy en nuestras cabezas en nuestro alrededor, tendrán que ser diferentes, y resolver la siguiente pregunta ¿Lo que estás haciendo es digno para que las personas hablen de ello?, recuerden que deben de innovar para generar impacto y aspiración.
¿Cuáles son las cuestiones fundamentales que determinarán si un país, un municipio, una comunidad, una empresa, una universidad, una familia, una carrera o una persona, prosperan o se hunden en los próximos años?
Para triunfar en esta nueva época, donde los creativos y los innovadores están siendo los protagonistas, hoy son cinco cosas las que importan: el liderazgo, los valores, la flexibilidad, la pasión y la innovación.
Sabemos bien que ninguna tendencia es inmutable y que una intervención oportuna y bien informada puede reducir la probabilidad y severidad de los acontecimientos negativos y aumenta la probabilidad de los acontecimientos positivos. La esencia del liderazgo se relaciona con “estar dispuestos a desafiar radicalmente las alternativas existentes”-Richard Brason-, ahí radica la importancia del liderazgo.
Hay muchos políticos y funcionarios que hemos observado prácticas fraudulentas y sin escrúpulos, los valores importan más que nunca. En la actualidad, la lógica de comprar y vender no se aplica a los bienes materiales, sino que gobiernan cada vez más otros aspectos de la vida.
Es hora de preguntarnos si queremos vivir de esa manera. El problema de nuestra política, no es el exceso de argumentos morales, sino su defecto. Nuestra política está recalentada porque es en su mayor parte inerte y vacía de todo contenido moral y espiritual, estamos de acuerdo que los valores importan.
Sin flexibilidad no se pueden aprovechar las nuevas oportunidades. La flexibilidad es una condición “sine qua nom” para “para pensar diferente”
Si piensas como se piensa siempre, se conservará siempre lo que siempre se ha conservado, las mismas viejas ideas, pensar es gratis.
En un mundo donde los ciudadanos se despiertan cada mañana preguntándose qué hay de nuevo, qué es diferente y sorprendente, el éxito depende de la capacidad de un país, una empresa, una familia, para liberar la iniciativa, la imaginación y la pasión de todos sus miembros, pero ¿cómo podrá ser esto posible cuando durante decenas de años hemos estado atrapados en el paradigma de la obediencia y el control? es ahí donde la pasión importa y hablar de pasión es hablar de motivación. a ustedes ¿Qué los motiva?.
Los beneficios de la innovación son difundidos por todos lados: mejora la competitividad y el crecimiento económico, reduce la desigualdad y la pobreza, satisface necesidades sociales, produce niveles de vida más elevados, crea mercados nacionales y globales, genera empleos y crea riqueza. Es definitivamente el motor de la nueva prosperidad.