Por Alberto Rivera
En tiempos de campaña las ciudades y los ciudadanos están más saturados que nunca con mensajes políticos, por lo que no hay mercado meta más difícil de persuadir que el de la industria de la comunicación política, de ahí que a muchos nos apasione. Una de las grandes dificultades a las que nos enfrentamos quienes estamos inmersos dentro de esta industria apasionante, es lograr que nos escuche el elector para después entablar una relación afectiva y de empatía que permita construir un valor de marca a nuestros candidatos o proyectos políticos.
Este reto no es nada sencillo, mucho menos si consideramos que tenemos que dirigirnos a un electorado que tiene características, gustos, aficiones e intereses distintos, y que, por su amplitud, diversidad y arraigo cultural, es más complejo que el propio candidato que emite el mensaje. Por si esto fuera poco, hoy en día, gracias a los avances y a la accesibilidad que brinda la tecnología, tenemos un electorado saturado de información y que se arraiga más a su hábito de elegir cuál información consume y cuando la consume, por lo que el mensaje de campaña debe competir no solo con otros mensajes de su tipo, sino además ganar relevancia y abrirse paso en este planeta de la sobresaturación.
En este contexto y en el inicio de campañas políticas ¿se han dado cuenta que muchos de los proyectos políticos carecen de una proyección estratégica profesional? queramos o no, la construcción de una estrategia requiere de herramientas efectivas que hoy, aún, muchos actores políticos se rehúsan a utilizarlas.
Seguramente hemos criticado más de una campaña por su mala comunicación y su poca creatividad, la cual debe ser acotada a la estrategia misma. Pero esto finalmente no es lo de menos. ¿Por qué? Porque si tu campaña no tiene ese toque de inspiración estas “acabado”, muchos dirán “eso cuesta mucho dinero”, pero “la campaña más cara es la que se pierde”, sino pregúntele a alguno de sus amigos candidatos perdedores.
Comunicación que no transmite sentimiento o emoción alguna, son en su mayoría campañas perdedoras.
En estos tiempos de gran revuelo político electoral, recuerdo un libro que leí a los 12 años y que cambió mi vida para siempre. Han transcurrido 35 años, tiempo suficiente como para constatar que aquel cambio fue para siempre.
Iba caminando por la avenida Independencia en el puerto de Veracruz, una de las calles principales de la ciudad de mis orígenes. Una de las grandes librerías de la ciudad estaba justo en esa calle. Allí, en uno de los aparadores de la librería, estaba un libro que me llamo mucho la atención. Se llamaba “Don Quijote de la Mancha”, su autor de todos conocido Miguel de Cervantes Saavedra.
Todos los días me paraba frente a la librería y miraba la tapa del libro. Veía el título, el nombre del autor, el precio. En esa etapa de la vida me resultaba difícil comprarlo. El libro se me hacía interesante. Finalmente retomaba mi camino sin comprarlo. Y volvía al día siguiente y me planteaba el mismo dilema. ¿Cómo comprar aquel libro?
Un buen día junté el dinero, fui a la librería y lo compré. Lo leí, releí y lo devoré en varios días. Fue el primer libro que leí completo. Un libro que te inspira a construir un mundo mejor. Hoy mi profesión, 35 años después, se avoca a ayudar a otros a construir un mundo mejor. Este libro ha sido mi fuente de inspiración.
INSPIRACIÓN… De eso se trata una campaña política.
La vida de cualquier persona está marcada por esos momentos de inspiración. Momentos provocados por un libro, una película, un suceso, una noticia, un diálogo con alguien. Algo que desate en nosotros mismos fuerzas poderosas y benéficas que empujen nuestra vida hacia adelante.
INSPIRACIÓN… Eso necesitan las personas.
Sé que necesitan muchas otras cosas, claro está. Vivienda, alimento, salud, seguridad, educación y tantas cosas. Pero inspiración, sobre todo NECESITAN INSPIRACIÓN.
Los candidatos deben recordar esto cuando estén en campaña, cuando vayan a dar un discurso, una entrevista. O cuando estén frente al elector. No, no es necesario que escriban un libro. Tampoco tienen que ser Miguel de Cervantes. Solo que recuerden que la gente necesita INSPIRACIÓN. Necesita sentirse inspirada por sus palabras. Inspirada para su propia vida. Para su futuro.
Busca el camino para inspirar a quienes te escuchan. No pienses solo en ganar la próxima elección. Piensa en dejar una huella. No pienses solo en ti mismo. Piensa en lo que necesitan los demás. Piensa en despertar algo bueno en ellos. Tal vez a tu campaña política solo le falte… INSPIRACIÓN.
@Alberto_Rivera2
Estratega y consultor político. Especialista en neuropolítica. Con más de 15 años de experiencia en procesos electorales. Ha sido responsable de asesorar a distintos gobiernos en materia de estrategia y comunicación política. Director General de VISIÓN GLOBAL ESTRATEGIAS.